I. Desconfiar de nosotros mismos en orden a las conclusiones jurídicas y no tomar ninguna resolución definitiva, sin previa consulta y profundo estudio;
II. No dar exageradas seguridades a los clientes; pues, por clara que nos parezca la cuestión, puede caber diverso criterio en los jueces que la decidan;
III. Desconfiar aún de la justicia de la causa, y examinarla con particular cuidado; pues los perjuicios, las simpatías, las prevenciones, los intereses pecuniarios, etc. Pueden ofuscar y desviar la conciencia, aunque recta y escrupulosa;
IV. Evitar las peligrosas y casi siempre antojadizas distinciones entre justicia moral y justicia legal. Las leyes son, por lo general, la expresión de la justicia, mirada, como debe mirarla el legislador, por encima de todo interés personal; y al abogado, principalmente al juez, no le es dado apartarse de ellas, a pretexto de consideraciones morales;
V. Abstenerse de medios injustos o indignos, aún para fines justos. No podemos aceptar ni aplicar el falso principio de que e fin justifica los medios;
VI. Abstenerse de juzgar mal, a priori, a los hombres en general, y especialmente a los comprofesores y más aún a los jueces, entrando en cuenta que, cada cual puede tener razones, tal vez, ignoradas para nosotros; que todo asunto tiene múltiples aspectos, y que es en extremo difícil penetrar en la conciencia ajena. La propensión de llevar las cosas a mala parte e interpretarlas del modo más odioso y desfavorable es, por desgracia, uno de los vicios más lamentables y de más graves consecuencias en nuestra sociedad;
VII. Moderar los perjuicios y exageraciones de los clientes, sus odios y prevenciones contra la parte adversa y especialmente contra los jueces, cualquiera que sea el éxito del asunto;
VIII. Inducir a los clientes a transacciones equitativas y a la preferencia de medios conciliatorios;
IX. Abstenerse en lo posible de litigar sobre honorarios y proceder con severa rectitud en las regulaciones de ellos;
X. Cuidar mucho de la cultura en el lenguaje: sin olvidar jamás las consideraciones y respetos sociales, los que debemos guardarnos entre los miembros del mismo gremio, y el sentimiento de solidaridad que debe animarnos en la vida profesional.
lunes, 30 de agosto de 2010
lunes, 23 de agosto de 2010
DIRECTORIO 2009 - 2011
DR. ITALO WLADIMIR BEDRAN RIOFRÍO
PRESIDENTE DEL I. COLEGIO DE ABOGADOS DE CHIMBORAZO
DR. GERMAN MARCELO MANCHENO SALAZAR
DR. GERMAN MARCELO MANCHENO SALAZAR
VICEPRESIDENTE DEL I. COLEGIO DE ABOGADOS DE CHIMBORAZO
DR. LUIS RODRIGO MIRANDA CHÁVEZ
SECRETARIO DEL I. COLEGIO DE ABOGADOS DE CHIMBORAZO
DRA. PAULINA OLMEDO DÁVILA
TESORERA DEL I. COLEGIO DE ABOGADOS DE CHIMBORAZO
DRA. MÓNICA LILIANA TREVIÑO
PRIMER VOCAL PRINCIPAL DEL I. COLEGIO DE ABOGADOS DE CHIMBORAZO
DR. LUIS HUMBERTO LÓPEZ VEGA
SEGUDO VOCAL PRINCIPAL DEL I. COLEGIO DE ABOGADOS DE CHIMBORAZO
DR. WILLIAM HEREDIA CADENA
TERCER VOCAL PRINCIPAL DEL I. COLEGIO DE ABOGADOS DE CHIMBORAZO
DR. VINICIO MEJIA CHÁVEZ
CUARTO VOCAL PRINCIPAL DEL I. COLEGIO DE ABOGADOS DE CHIMBORAZO
DR. EDMUNDO MAURICIO JARA MORA
QUINTO VOCAL PRINCIPAL DEL I. COLEGIO DE ABOGADOS DE CHIMBORAZO
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